Aún perduraban motivos
que alentaban su esperanza;
escasos los buenos recuerdos
que el tiempo difuminaba.
que alentaban su esperanza;
escasos los buenos recuerdos
que el tiempo difuminaba.
Como llamas incandescentes,
reconvertidas en ascuas a
su alma viva casi muerta
apenas fuerzas le quedaban.
reconvertidas en ascuas a
su alma viva casi muerta
apenas fuerzas le quedaban.
Ese poema me recuerda a las estrofas de Vivo, autoría de Sía. Tienes buena prosa, la buena mezcla de la rima tradicional con el símil.
ResponderEliminarCordial saludo, de J.C.H. Nieves.
Muchas gracias, Juan. Aún me queda mucho por escribir y aprender pero me alegra mucho tu comentario.
ResponderEliminarSaludos.